La vocación concuerda
con los gustos, intereses y aptitudes de la persona, generalmente siente una seguridad
intuitiva para llevar adelante las tareas asociadas a ella. Y aunque se
necesita esfuerzo para llevar adelante tu vocación, la satisfacción que te da
hace que estés más dispuesto a entregarte a esa actividad. Al seguir tu
vocación sentís placer por la realización misma de la tarea y no sólo por los
logros o resultados. Encontrar una vocación implica descubrir quién y cómo sos
y hacia dónde querés ir.
Una profesión
es una actividad especializada que se desarrolla en el marco de un sistema de
normas (cómo se ejecutan) y de calidad (qué tan bien se ejecutan). Para ejercer
una profesión es necesario que domines sus contenidos, es decir, que tengas un
conocimiento acreditado por un título de educación superior. El profesional es
quien recibe un ingreso económico por su tarea, y esto es lo que lo distingue
de un aficionado.
El oficio
es una actividad laboral que requiere el dominio de una habilidad específica.
Por ello muchas veces se lo asocia con actividades físicas (albañil, masajista,
mecánico). Pero existen oficios que no implican un trabajo físico (consultor,
dibujante, peluquero).Un oficio no requiere necesariamente estudios formales,
ya que su aprendizaje se da en la práctica. La única forma de que aprendas un
oficio es haciéndolo. No importa cuánta teoría estudies sobre cómo cocinar, si
no practicas no vas a dominar esa habilidad. Sin embargo, ten en cuenta que
algunos necesitan de una matrícula para poder ejercerlos, como por ejemplo, el
oficio de gasista.
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